

Carney dice a Trump que Canadá "nunca estará en venta"
El nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, advirtió este martes que su país "nunca estará en venta" durante su reunión en la Casa Blanca con Donald Trump, quien dijo en cambio que sería un "matrimonio maravilloso" si su vecino del norte se convirtiera en el 51º estado estadounidense.
Pese a las sonrisas, en este primer cara a cara la tensión era palpable.
La relación bilateral de Canadá con Estados Unidos, su principal socio comercial, atraviesa turbulencias por la guerra comercial desatada por Trump desde que regresó al poder en enero.
Carney prometió plantarle cara pero debe evitar enfadarlo para no cerrar la puerta a un acuerdo comercial.
A la pregunta de si le gustaría que Canadá fuera el primer país en firmar un acuerdo comercial con Estados Unidos, Trump contestó: "Me encantaría". "Tenemos algunos temas difíciles que discutir", añadió no obstante.
Antes de su llegada el magnate republicano dio una idea de cómo se presentaba la reunión.
"¿Por qué Estados Unidos subsidia a Canadá con 200.000 millones de dólares al año, además de darles protección militar GRATIS y muchas otras cosas?" publicó Trump en su plataforma Truth Social.
"No necesitamos NADA de lo que tienen, excepto su amistad, que con suerte siempre mantendremos", añadió.
En la Casa Blanca los dos hombres se dieron un apretón de manos.
"No se debe esperar "humo blanco" al final de la reunión", advirtió la semana pasada el nuevo líder canadiense, utilizando una metáfora en estos tiempos de cónclave.
En el despacho oval, Trump insistió en que sería una "matrimonio maravilloso" si Canadá accediera a sus reiterados llamados para convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos.
Pero Carney lo desestimó diciendo: "Hay lugares que nunca están en venta (...) no están en venta. Nunca estarán en venta".
Trump impuso aranceles del 25% a Canadá y México a pesar de ser socios del Tratado de libre comercio de América del Norte (T-MEC).
Sus vecinos también se ven afectados por las tarifas aduaneras impuestas a varios sectores, como los automóviles, aunque algunas han sido pausadas temporalmente para dar margen a las negociaciones.
- Transformar la relación -
Carney ha prometido transformar la relación de Canadá con Estados Unidos.
"Nuestra antigua relación, basada en una integración cada vez mayor, ha llegado a su fin. El tema ahora es cómo cooperarán nuestras naciones en el futuro", declaró Carney el viernes.
El presidente estadounidense se inmiscuyó en las elecciones canadienses desde el principio al afirmar en las redes sociales que Canadá se enfrentaría a "ARANCELES CERO" si "se convierte en el preciado estado número 51".
El Partido Conservador de Pierre Poilievre iba camino de ganar los comicios, pero los ataques de Trump, sumados a la renuncia del impopular exprimer ministro Justin Trudeau, dieron un vuelco.
Carney, quien reemplazó a Trudeau como primer ministro en marzo, convenció a los votantes de que su experiencia en la gestión de crisis económicas lo convertía en el candidato ideal para desafiar a Trump.
El recién llegado a la política fue anteriormente gobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra.
Carney es conocido por medir sus palabras, pero esta vez lidia con el irascible Trump en territorio estadounidense.
"Este es un momento muy importante para él, ya que insistió durante la campaña en que podía enfrentarse a Trump", declaró a la AFP Genevieve Tellier, politóloga de la Universidad de Ottawa.
El primer ministro canadiense tratará de evitar el destino del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, quien sufrió una brutal reprimenda de Trump y el vicepresidente J.D. Vance en febrero.
Un punto a favor de Carney es que no es Trudeau, el ex primer ministro a quien Trump odiaba y menospreciaba llamándolo "gobernador" de Canadá.
A.Malhotra--MT