

Investigadoras rediseñan el espéculo vaginal para aliviar el dolor y el miedo
Es frío, duro, metálico y suele asociarse con el dolor. No se trata de un instrumento de tortura medieval, sino del espéculo vaginal que se utiliza a diario en todo el mundo para exámenes ginecológicos esenciales.
Dos ingenieras de la Universidad de Delft, en Países Bajos, se plantearon rediseñar este impopular y polémico utensilio para que sea menos intimidatorio y doloroso.
"Por desgracia, tengo mucha experiencia con el espéculo vaginal. Nunca lo viví como una experiencia placentera y siempre me pregunté por qué tiene este aspecto", explica a AFP Tamara Hoveling, una de las investigadoras de este proyecto.
- Historia oscura -
La doctoranda en diseño médico industrial se adentró en la oscura historia detrás de la creación del espéculo, una de cuyas versiones fue desarrollada por el médico estadounidense James Marion Sims hace 180 años.
"Fue probado en mujeres esclavas sin su permiso", explicó esta joven de 29 años, quien afirmó que "eso me motivó aún más para emprender este proyecto".
Hoveling se asoció a Ariadna Izcara Gual, quien entonces cursaba un máster en ingeniería de diseño industrial en Delft.
"A lo largo de las entrevistas, hice bocetos inspirados en la forma original, pero a la gente le seguían dando miedo", relató la investigadora española de 28 años.
El espéculo de Cusco, el modelo más utilizado, es un dispositivo metálico con un mango, un pico y un tornillo para ajustar su apertura una vez dentro de la vagina. Para muchas, su inserción resulta incómoda o incluso dolorosa, a la vez que provoca ansiedad.
"Cuando te asustas, los músculos se contraen y eso dificulta aún más la relajación. Entonces se abre el espéculo, que empuja esos músculos tensos y lo hace aún más doloroso", señaló Hoveling.
Este detalle fue tenido en cuenta por las investigadoras a la hora de desarrollar su idea.
"Intenté buscar formas que pudieran estar relacionadas con los órganos reproductores, como por ejemplo la flor, que también se abre", indicó Izcara Gual, quien comparó al espéculo a una herramienta de taller.
El resultado fue un prototipo llamado Lilium (nombre científico de la flor del lirio), que se asemeja a un tampón por su plástico blando y su aplicador, resultando más familiar para las mujeres.
"Fue diseñado pensando más en las pacientes que en los médicos. Realmente, intentamos mejorar la experiencia de comodidad en una zona sensible".
No obstante, también tiene en cuenta las necesidades médicas, ya que al abrirse por tres lados evita que las paredes vaginales se cierren y permite así una mejor visibilidad durante las exploraciones.
- Un éxito arrollador -
El proyecto del Lilium se encuentra aún en una fase inicial y se necesitan más pruebas de ergonomía y búsqueda de materiales durables para perfeccionar el prototipo.
Las investigadoras deberán obtener luego certificaciones de seguridad, realizar ensayos en humanos y conseguir la autorización para su comercialización.
Para financiar estas etapas, lanzaron una campaña de financiamiento participativo que rápidamente atrajo la atención de los medios de comunicación neerlandeses.
En sólo dos días, la campaña recaudó 100.000 euros (117.000 dólares), superando con creces las expectativas.
"También es una señal. Es la prueba de que hay gente que realmente quiere un cambio, de que existe un problema real y de que las actuales soluciones de mercado no son las mejores", estimó Hoveling.
"He recibido muchos correos electrónicos de mujeres diciéndome que en realidad no van al ginecólogo por culpa de este dispositivo, porque tienen miedo, porque han tenido una experiencia traumática", sentenció.
El cáncer de cuello de útero es el cuarto más frecuente entre las mujeres, según la Organización Mundial de la Salud. Puede detectarse mediante una citología o un cribado del VPH, ambos realizados con un espéculo.
Con una financiación que permita desarrollar adecuadamente esta nueva herramienta ginecológica, el Lilium podría salvar vidas en un plazo de cinco años.
W.Thakur--MT