

Carlos III defiende la soberanía de Canadá frente a las amenazas de Trump
El rey Carlos III defendió este martes en Ottawa la soberanía de Canadá, país del que es jefe de Estado, en medio de las amenazas del presidente Donald Trump de anexionarlo a Estados Unidos.
El monarca británico fue invitado especialmente por el primer ministro canadiense, Mark Carney, a la inauguración de la legislatura, punto culminante de una visita de gran simbolismo a este país que integra la Commonwealth británica.
"La democracia, el pluralismo, el Estado de derecho, la autodeterminación y la libertad son valores que los canadienses aprecian, valores que el Gobierno está decidido a proteger", declaró Carlos III ante el Parlamento, en el primer "discurso del trono" de un rey en casi medio siglo en Canadá.
En medio de fuertes aplausos, se inspiró en el himno nacional al afirmar: "¡El verdadero norte es realmente fuerte y libre!"
El soberano de 76 años, y que padece un cáncer desde hace más de un año, realiza junto a la reina Camila su primera gira desde que ascendió al trono en septiembre de 2022.
Obligado a mantener una estricta neutralidad política, Carlos III nunca ha comentado en público las declaraciones de Trump, que desde su regreso a la Casa Blanca en enero insiste en que Canadá se convierta en "el estado 51".
"Canadá se enfrenta a desafíos sin precedentes en nuestras vidas", dijo el rey, en referencia a un "momento crítico".
Las tensiones actuales representan una "increíble oportunidad" para que el país "forje nuevas alianzas y una nueva economía al servicio de todo su pueblo", subrayó el monarca, que llevaba al cuello la insignia de la Orden de Canadá.
El país está "listo para construir una coalición de países" que crean "en la cooperación internacional y el libre comercio de bienes, servicios e ideas", añadió.
El "discurso del trono", que es redactado por la Oficina del primer ministro, habitualmente es pronunciado por el gobernador general, cargo que representa a la Corona británica en Canadá y que desde 2021 ocupa Mary Simon.
- "Es extraordinario" -
Carlos III pronunció el discurso en la antigua estación de ferrocarril que alberga provisoriamente la Cámara del Senado, cuya sede se está reformando.
Llegó junto a la reina Camila en un carruaje ceremonial tirado por caballos de la Real Policía Montada de Canadá. Lo recibió una salva de 21 cañonazos mientras la bandera canadiense del edificio era sustituida por un estandarte que indica la presencia del rey.
Miles de personas se congregaron a lo largo del recorrido del desfile para ver al monarca. En un ambiente festivo, ondearon banderas canadienses y la Union Jack, la bandera británica.
Kirsten Hanson, de 44 años, celebró la visita del rey. "Si puede hacer algo para demostrar la soberanía canadiense, es fantástico", declaró a la AFP. "Nadie quiere ser absorbido por Estados Unidos", añadió.
Bajo un cielo azul, un sonriente Carlos III estrechó la mano de la gente agolpada a lo largo de una valla de seguridad, y le dedicó palabras a cada uno.
Isabel II, la difunta madre de Carlos III, sólo acudió a pronunciar el discurso del trono dos veces durante su reinado de casi siete décadas: en 1957 y en 1977.
Para la treintañera Shrikant Mogulala, presente entre el público que asistió al desfile, el rey viajó "para enviar un mensaje claro a Trump" de que el país no está a la venta.
"Canadá ha sido un poco maltratado últimamente" por Trump, dijo de su lado Tom Fleming. Para este hombre de 83 años, es "muy importante" que Carlos y Camila "aparezcan y hagan sentir su presencia".
Q.Dutta--MT