

Ultraderechista Wilders hace caer la coalición de gobierno en Países Bajos
El dirigente de extrema derecha Geert Wilders hizo caer el martes la frágil coalición en el poder en Países Bajos al retirar a su partido, el PVV, del gobierno debido a un desacuerdo sobre migración, lo que abre el camino a elecciones anticipadas.
"No hay firma para nuestros planes sobre asilo... El PVV deja la coalición" gubernamental, afirmó Wilders en la red social X, en alusión a su programa para endurecer la política hacia los migrantes y los solicitantes de asilo.
Para Wilders, el gobierno se estaba demorando demasiado para aplicar "la política de migración más estricta" de la historia de Países Bajos, impulsada por la coalición tras la victoria inesperada de su partido en las elecciones de noviembre de 2023.
Su retirada da paso a un periodo de incertidumbre política en la quinta economía de la UE, en un contexto en el que las formaciones de extrema derecha avanzan en todo el continente.
Las negociaciones de último minuto este martes entre los dirigentes de los cuatro partidos de la coalición no dieron ningún fruto.
"Acabo de informar al primer ministro de que voy a retirar a los ministros del PVV del gabinete y que ya no podemos seguir asumiendo responsabilidades", dijo Wilders.
"Firmé por la política de asilo más estricta, no por la caída de Países Bajos, así que nuestra responsabilidad por este gabinete termina en este momento", añadió.
- Recortando distancias -
Tras su sorpresiva victoria electoral hace un año y medio, los sondeos indican que la formación de Wilders, el Partido por la Libertad (PVV), sigue liderando las intenciones de voto.
Aunque la distancia con sus rivales más cercanos se va reduciendo: la alianza entre ecologistas y socialdemócratas le sigue de cerca y el partido liberal VVD, un peso pesado en la política neerlandesa, también está bien situado.
A finales de mayo, Wilders, conocido como el "Trump neerlandés" por sus posiciones antinmigración y su peinado rubio platino, ya amenazó con salir de la coalición si no se cumplían sus estrictas exigencias sobre los solicitantes de asilo y migrantes.
El líder ultraderechista dijo entonces que "nuestra paciencia se está agotando" al no aplicarse el plan que presentó con diez medidas.
Este plan incluía cerrar las fronteras a los solicitantes de asilo, reforzar los controles fronterizos y deportar a las personas con doble nacionalidad que hayan sido condenadas por un crimen.
Resumiendo sus exigencias, Wilders declaró: "Cierren las fronteras a los solicitantes de asilo y a las reagrupaciones familiares. No abramos más centros de asilo. Cerrémoslos".
Expertos políticos y jurídicos calificaron estos planes de ilegales o inaplicables.
Sus ambiciones de dirigir el país se vieron bloqueadas tras su victoria electoral, ya que sus socios de coalición impidieron su candidatura al puesto de primer ministro y escogieron a Dick Schoof, exjefe de inteligencia.
Los partidos de extrema derecha están en auge en toda Europa. En mayo, la formación ultraderechista Chega ("Basta") quedó segundo en las elecciones portuguesas.
En Alemania, la AfD duplicó su resultado en las elecciones generales de febrero hasta el 20,8%.
En Polonia, el ultraderechista Karol Nawrocki, admirador del presidente estadounidense, Donald Trump, fue electo presidente el domingo con el 50,89% de los votos.
W.Srinivasan--MT