Starmer asegura dirigir un gobierno británico "unido" pese a los rumores de complot para derrocarlo
El jefe del gobierno británico, Keir Starmer, aseguró el miércoles que dirige un ejecutivo "unido", horas después de que uno de sus ministros negara querer derrocar al líder laborista, impopular tras año y medio en el poder.
Fuentes de Downing Street afirmaron el martes por la noche, en conversaciones con varios medios británicos, que Starmer se defendería en caso de un intento de destituirlo.
Según rumores que circulan en el Parlamento británico, algunos ministros querrían hacer caer al líder del ejecutivo tras la presentación del presupuesto, prevista para finales de noviembre.
Pero el dirigente, en el poder desde la victoria aplastante de los laboristas en las elecciones de julio de 2024, afirmó en el Parlamento, durante la sesión de preguntas al gobierno, que lidera un "equipo unido", lo que provocó risas de los diputados conservadores.
Las fuentes de Downing Street, presentadas por los medios como "aliados" de Keir Starmer, mencionaron a varias figuras del Partido Laborista que estarían maniobrando para reemplazarlo, entre ellas los ministros de Sanidad, Wes Streeting, de Interior, Shabana Mahmood, y de Energía, Ed Miliband.
"No voy a pedir la dimisión del primer ministro. Lo apoyo", declaró Wes Streeting, de 42 años, en el canal de televisión Sky News.
En la sesión parlamentaria, Keir Starmer mostró su apoyo a Wes Streeting.
"Cualquier ataque contra un miembro de mi gabinete es totalmente inaceptable. Está haciendo un excelente trabajo", dijo Starmer.
El primer ministro es muy impopular, criticado tanto por su gestión de la inmigración irregular como por el estado de la economía, que atraviesa dificultades.
Según una encuesta del 3 de noviembre, el 73% de los británicos tiene una opinión desfavorable de Starmer.
Los medios británicos no dejan de especular sobre las medidas impopulares que la ministra de Finanzas, Rachel Reeves, podría anunciar el 26 de noviembre durante la presentación del presupuesto.
Entre ellas podrían encontrarse nuevos aumentos de impuestos, tras las fuertes subidas fiscales de este año.
Según las normas del Partido Laborista, para destituir a Keir Starmer sería necesario que el 20% de los diputados de su grupo parlamentario apoyara la iniciativa.
F.Patel--MT