Madras Times - En Costa de Marfil exhuman a familiares ante el avance del mar que engulle cementerios

En Costa de Marfil exhuman a familiares ante el avance del mar que engulle cementerios
En Costa de Marfil exhuman a familiares ante el avance del mar que engulle cementerios / Foto: Issouf SANOGO - AFP

En Costa de Marfil exhuman a familiares ante el avance del mar que engulle cementerios

Alphonse Akadié, un pescador de Costa de Marfil, exhumó el año pasado a sus familiares fallecidos antes de que fueran arrastrados por las aguas. En medio siglo, el Atlántico, que está subiendo debido al calentamiento global, ha engullido casi todo el cementerio de su pueblo, Lahou-Kpanda.

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Desamparado y sin ayuda pública, Akadié, de 53 años, decidió organizar él mismo, como cientos de otras familias, una ceremonia con algunos profesionales para trasladar los restos de sus padres, su tío, su abuelo y su bisabuelo.

Asistió a su exhumación. "Se recogen los huesos, el pelo y los dientes, lo que no está podrido; se pone en paños blancos" y "en pequeños ataúdes", cuenta a AFP frente al océano, aún muy conmovido.

Akadié tuvo que organizar nuevos funerales en un camposanto alejado del mar, que fue creado por los habitantes para hacer frente a esta situación.

"Han muerto dos veces", lamenta sobre sus familiares. "Es triste, duele mucho".

Antes de trasladarlos, se dirigió a ellos: "No lo hacemos para dañarlos, pero el mar avanza", les dijo. "Hay que hablar. El cuerpo está muerto, pero el espíritu vive", explica.

Situada a unos 140 kilómetros de Abiyán, la aldea de Lahou-Kpanda es una franja de arena rodeada de agua: al norte, la laguna; al este, el río Bandama; al sur, el océano Atlántico.

Según el gobierno, la desembocadura entre los tres se ha desplazado un kilómetro y medio con las corrientes desde 1993, y las actividades de dragado en el lago han hecho que el pueblo pierda parte de su superficie.

Pero, sobre todo, debido al cambio climático, el océano se traga 1,6 metros de sus costas cada año, según el Banco Mundial, que estima que Lahou-Kpanda podría desaparecer en 2050.

Más de dos tercios del litoral de Costa de Marfil se ven afectados por la erosión, con "un retroceso medio de las costas de entre uno y dos metros al año", según el Ministerio de Medioambiente del país africano.

Se está construyendo una nueva desembocadura, financiada en parte por el Banco Mundial, para evitar la subida del nivel del mar a partir de 2026.

- Objetos en la superficie -

Lo cierto es que la exhumación de un cuerpo tiene un elevado costo: entre 500.000 y 700.000 francos CFA, es decir, entre 850 y 1.250 dólares, según Akadié, lo que supone casi diez veces el salario mínimo mensual.

Afirma que pagó como pudo los trámites administrativos para obtener los permisos, remuneró a los profesionales y alquiló una lancha para desplazarse por Lahou-Kpanda, ya que las vías terrestres, cubiertas de arena, son difícilmente transitables.

"Antes de trasladar los cuerpos, pedimos ayuda al Estado, a nuestros representantes electos, diputados, alcaldes, a la subprefectura, al consejo regional", pero fue en vano, explica William Attawa, uno de los líderes de este pueblo tradicional.

Según Ali Sissoko, alcalde de Grand-Lahou, que administra Lahou-Kpanda, no fue posible proporcionar ayuda económica a las familias. "No teníamos medios", se defiende.

Las familias más desfavorecidas recurrieron a jóvenes sepultureros del pueblo, a veces simplemente "formados entre ellos" y que cobran menos que los profesionales, precisa el guía turístico Nicolas Kodjo.

Adrienne Zoukouan, de 63 años, trasladó así a cinco miembros fallecidos de su familia. Se mantuvo "a cinco metros de la tumba" durante todo el proceso.

Pero la mayoría de las familias "vieron cómo sus cuerpos se iban al mar", lamenta otro líder, Simeon Ladjou, de 61 años.

Aproximadamente el 70% del panteón de cinco hectáreas "se ha ido bajo el agua" en medio siglo, estima el alcalde.

"Realmente era el cementerio de referencia de toda la región", dice, y ahora "toda la memoria de Lahou-Kpanda se ha ido".

"Cuando enterramos a nuestros padres, lo hacemos con objetos", que "a menudo vuelven a la superficie" o "quedan varados "en la playa", cuenta Sissoko.

Algunos pueblos de los alrededores han aceptado acoger a los difuntos de Lahou-Kpanda para protegerlos del mar amenazante, explica. "Hay algo de solidaridad".

Pero, al final, "cada uno se las arregla como puede para enterrar a sus muertos", lamenta.

H.Anand--MT