

Las negociaciones sobre el tratado contra la contaminación plástica concluyen sin acuerdo
Los 185 países reunidos en Ginebra no lograron ponerse de acuerdo la madrugada del viernes sobre un tratado global para combatir la creciente contaminación por plásticos en el planeta.
"No tendremos un tratado para poner fin a la contaminación por plásticos aquí en Ginebra", declaró el negociador de Noruega cuando los países tomaron la palabra tras las conversaciones que se prolongaron durante toda la noche.
India y Uruguay habían avanzado poco antes que no se había alcanzado un consenso sobre un último borrador en discusión, y Cuba añadió: "Hemos perdido una oportunidad histórica".
Presentado en la madrugada del jueves al viernes, el nuevo texto -el tercero presentado en esta ronda- aún contenía más de un centenar de puntos por revisar tras diez días de intensas negociaciones.
De esta manera, aún no está claro el futuro de las conversaciones.
Uganda solicitó una nueva sesión en una fecha posterior y la comisaria europea de Medioambiente, Jessika Roswall, consideró que esta cita en Ginebra había permitido establecer "una buena base" para la reanudación de las negociaciones.
El diplomático ecuatoriano Luis Vayas Valdivieso, quien también presidía los debates cuando fracasaron a finales de 2024 en la anterior ronda diplomática en Busan (Corea del Sur), tiene previsto ofrecer una breve rueda de prensa, según fuentes de la ONU.
Su método y el proceso de negociación han sido duramente criticados a lo largo de la ronda diplomática de Ginebra, aunque a menudo de forma anónima.
En teoría, esta ronda de negociaciones, conocida INC-5.2 y que comenzó en Ginebra el 5 de agosto, debía concluir a la medianoche local (22H00 GMT) del 14 de agosto.
Pero seguía habiendo profundas divisiones entre los dos bandos que se han enfrentado sobre este tema.
Los "ambiciosos", entre los que se encontraban la mayoría de países de América Latina, la Unión Europea, Canadá, Australia o África, quieren limpiar el planeta del plástico que está empezando a contaminarlo y a afectar a la salud humana y, sobre todo, reducir su producción mundial.
En la otra orilla, los países principalmente petroleros rechazaban cualquier restricción a la producción o prohibición de moléculas o aditivos peligrosos.
E.Bansal--MT